domingo, diciembre 30, 2007

D. Arturo Pérez Reverte. El Escritor. El ciudadano



Don Arturo no es un ciudadano. Es 'El ciudadano'. No es un periodista, es 'El Periodista'. No es un escritor. Es 'El Escritor'.


Elogiarlo es mojar el océano. Leanlo y disfruten con este magnífico artículo con el que nos regala un buen cesto de esperanzas para este fin de año. Para los 'junta-letras' que nos rompemos la cerviz predicando torpemente en el desierto, este 'detalle' de Arturo, es toda una bocanada de aire fresco que mejora su árida y ardiente sequedad, siendo muy de agradecer.

No hay una sola línea de desperdicio, pero destaco la frase final:

Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.







PERMITIDME TUTEAROS, IMBÉCILES

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

Arturo Pérez-Reverte



Feliz año a todos, Clandestino

sábado, diciembre 29, 2007

DIOS, HUMANIDAD Y TIEMPO

Actualización



En estas fechas navideñas, aunque no me es fácil, intento reflexionar sobre la vida, su sentido o sus objetivos. Si es el tiempo el que pasa sobre las personas o si nacemos con derecho a un cupo de tiempo, sobre el que discurre nuestra vida hasta morir.

Si fuese el tiempo el que pasa sobre las personas, este se impregnaría con esencias de todas aquellas generaciones por las que fuese pasando, y al cabo de siglos, de millones de siglos, habría extraído y arrastrado consigo, gran cantidad de experiencias y sabiduría con la que habría ido inseminando generación tras generación, hasta completar la implantación genética de una formación intelectual y un enriquecimiento espiritual que facilitara desprenderse del lastre formado por miedos y carencias primitivas, hasta permitir, a la humanidad, alcanzar el sublime objetivo divino de la felicidad completa, en el equilibrio emocional materializado en la convivencia y en la comunión entre esta y su natural, como hábitat ideal de su condición humana.

Sin embargo los resultados que se evidencian, tras una edad que puede calificar a la humanidad de adulta, indican claramente que somos las personas las que pasamos sobre el tiempo, siendo este un simple ‘bono-transporte’ solo válido para la duración de la vida de cada uno, utilizando la cadencia giratoria del planeta, como referente para su medición. Esto obliga a la humanidad a heredar, de sus mayores, el estado de la evolución, mejorarlo y entregarlo, enriquecido, a sus herederos que a su vez han de continuar la cadena, en un proceso natural de secuencia generacional. Pero esos mismos resultados dejan claro que si la humanidad está en el mundo para crecer y multiplicarse, para gloria de Dios, a Este no le quedará más opción que ir al supermercado a ver si encuentra algo de esa gloria. La desastrosa evolución de la humanidad empezó erróneamente cambiando el rumbo allá en sus orígenes, alejándose en lugar de caminar hacia Él, vaciándose de sus virtudes según aumentaba esa distancia, hasta perderse en una involución irreversible bajo aspecto de evolución sostenida en unos útiles tecnológicos. Su bastedad, ignorancia y primitivismo estaba bastante más cerca de esos objetivos de su Creador, que la utilidad que da a su 'evolución' tras millones de años deambulando por los derroteros llamados ‘civilización’, sofisticando útiles y desalmándose hasta zafarse de los escrúpulos que le impedían abrazar unos objetivos mucho más premeditados y próximos a la crueldad, destrucción y barbarismo, que el que pudieran soñar en los inicios de su Creación.

Concluyo que el tiempo es como una estación de tren a la que, aleatoriamente van acudiendo pasajeros hacia diferentes destinos sin retorno. Que unos obtienen billetes para modernos convoyes rápidos y confortables, mientras otros se hacinan en vetustos, largos y maltrechos vagones para ganados y residuos, pero que la estación se mantiene invariable. Ignoro qué sentido darle a ese supuesto lugar y a esos viajes, o si se enlazan con otros posibles, como ignoro por qué nacemos y donde vamos cuando morimos, más allá de lo que nos enseñan las 'Sagradas Escrituras', pero quiero pensar que forma parte de algún filtro o componente para alguna ‘elaboración’ de planes divinos, que escapan a la percepción de los mortales, aunque reconociendo que, a priori, lo que se observa induce a pensar en un estrepitoso fracaso del Creador, ya que claramente la humanidad de hoy es, sin ninguna duda, mucho más vil e inhumana que aquel primitivo hombre que Él creó. Que desde su origen a día de hoy, solo ha evolucionado, especialmente, en la perfección de artilugios y sistemas que aceleran y aumentan su capacidad de generar horror y destrucción, y que pone en manos de los más deshumanizados más medios y con más capacidad para generar muerte, dolor y sufrimiento, muy por encima de aquellos que luchan por atenuarlo. Desventaja que en sí misma enquista el dolor y la infelicidad en el corazón de la buena gente, impidiéndole cualquier atisbo de felicidad, más allá de algunos retazos compartidos con almas queridas.

¿Cómo se puede llegar a ser feliz asesinando el gran placer de compartir la felicidad de los demás? ¿Cual es entonces, el significado de vivir?

Clandestino

jueves, diciembre 27, 2007

Estado de Derecho o instrumento criminal

El Estado reúne todos los requisitos necesarios para ser considerado, sin lugar a dudas, como un estado democrático. Desde su Constitución a todas sus Instituciones, y las innumerables asociaciones o instituciones civiles asociadas o colaboradoras.

Pero el párrafo anterior solo describe la costra de una costosa tapadera que encubre la gran estafa criminal a manos de la banda mafioso-corporativa compuesta por la casta política y asociados nazis, contra el sufrido e indefenso ciudadano sometido, indefenso y asustado. Las instituciones están todas, sin excepción, bajo el caudillo o tirano electo de turno, excluyendo y enajenando al ciudadano la democracia que paga, quedando suficientemente vulnerable como para poder ser vilmente sometido al esquilmo y a la pérdida total de derechos civiles, individuales y en buena medida colectivos, mediante prevaricaciones, el ‘como sea’ o la compra de votos, silencios, omisiones y voluntades o eliminación de honradez y otros obstáculos que puedan hacer peligrar la consolidada ocupación del Estado por esa gran mafia.

Es desquiciante ver la desfachatez con la que se legislan, se defienden y promulgan leyes inconstitucionales y contra derecho, con el descaro que el caudillo despilfarra ingentes cantidades de dinero en propaganda electoral, con la desvergüenza que se insulta al contribuyente mintiéndole de forma clara y evidente una y otra vez o como se multiplican los casos de corrupción, negligencias, persecuciones políticas, multitud de crímenes y asesinatos, en la total impunidad, o amontonando de sicarios y ‘mandados’ en las cárceles, sin que se depuren responsabilidades políticas, sobre elementos importantes de los partidos, y sin que nadie investigue seriamente como o de donde se financia el despilfarro y fasto de esos partidos. Algún juez que se la juega impartiendo justicia, puede ser desautorizado públicamente por la fiscalía, políticos, nazis o afectados. No pasa nada.

Tenemos un Jefe de Estado con responsabilidades políticas, por mandato constitucional, que se enriquece, pero que no ejerce o no puede ejercer ninguna función política. Aún así no renuncia ni a los cargos ni a sus pagas, actuando como el perro del hortelano, al generar un gran vacío de control legal al impedir que otros ciudadanos electos cubran esos cargos, y privándonos de las garantías democráticas inherentes a dichos cargos. Ese vacío de descontrol constitucional es por donde las mafias partitocráticas eluden la legalidad constitucional prostituyendo el Estado de Derecho. Por el contrario de forma incoherente, con sus supuestas responsabilidades, refrenda leyes políticas, muchas de ellas, contrarias al derecho natural y de muy dudosa o total inconstitucionalidad, y de forma totalmente negligente ignora u omite sus responsabilidades como garante de la Carta Magna, de la Unidad Nacional, del Derecho Constitucional o como jefe de las FF.AA. No pasa nada.

Tenemos Presidentes de Gobierno que hacen y deshacen como les vienen en gana cuando les vienen en gana, destrozando a la Nación, contra el interés general, contra la Constitución, cediendo soberanía de todos a los nazis antiespañoles o promulgando leyes que incriminan y penalizan a la Nación para que se forren algunos de sus afines, socios o poderes fácticos. No pasa nada.

Tenemos gran parte de instituciones del Estado ocupadas por nazis y nazionalistas proasesinos, unos, muy radicales otros y bastante radicales los demás, con el único denominador común del odio a España y a sus contribuyentes, con un permanente empeño por desmantelarla. Mientras mueren policías y civiles y se detienen a los ‘empleados’ del crimen que sustenta al nacionalismo, este sigue cobrando, mangoneando, desafiando al Estado y compartiendo mesa y mantel con el resto sus colegas de la gran ‘familia’ política que revienta, humilla, somete y explota a la Nación que les paga para ser servidos por todos ellos. No pasa nada.

Tenemos miles de ayuntamientos donde la única ley que se aplica es la de los pequeños y ridículos caudillitos con su patético autoritarismo, su premeditada carencia de servicios que justifiquen sus riadas de individuos uniformados y armados ejerciendo de multadores a sueldo, en una grotesca suplantación de la policía municipal. Pero nadie multa, denuncia o impide una corrupción galopante en infinidad de esos ayuntamientos y autonomías -y a saber-. En algunos se detienen, interrogan e imputan a funcionarios y cargos políticos, pero increíblemente sus partidos vuelven a incluir a muchos de ellos en sus listas electorales. No pasa nada.

Tenemos el Estado ocupado por negligentes, omisos y fueras de la ley, pero nuestras FSE cumplen órdenes de esos ‘fuera de la ley’ protegiéndolos de la honradez ciudadana y librándolos de la justicia, en lugar de cumplir con el deber de proteger al ciudadano que les paga, de las agresiones de estos. Nuestras FF.AA están bajo el control de esa clase de ocupas del Estado. Los servicios judiciales acosados, mediatizados y puntualmente controlados por los ocupas, los acatan y aceptan sus leyes criminales para ‘impartir justicia’, junto a las FSE. No pasa nada.

Tenemos, en fin, una gran ciudadanía atrapada, enfrentada y desarticulada, bajo el férreo control y represión de la casta política malversando el poder soberano de sus víctimas y los instrumentos de su propio Estado, pagado y mantenido para que esto no pueda ocurrir. Atrapados bajo políticas ilegales para intereses bastardos. Cuando se vive en un país que se miman a los terroristas, que encabeza el consumo de drogas y el fracaso escolar, puede ser natural que el Estado sea criminal, que gran parte de sus regidores sean criminales, que sean votados por sus víctimas, que se persiga la honradez y el trabajo, que sea vendido ante el mundo como democracia moderna y boyante y que no pase nada...de momento. Si el traidor gana las próximas elecciones, ojalá y Dios nos coja confesados.


domingo, diciembre 23, 2007

FELIZ NAVIDAD



Mi más cariñoso recuerdo a las víctimas del terror, y un fuerte abrazo a sus familias y resto de perseguidos políticos del Estado. Saludémonos, unámonos todos y disfrutemos de unas felices fiestas, en el respeto, la paz y la concordia que el Cristo hombre, nacido de mujer, predicó.

Clandestino

sábado, diciembre 22, 2007

CANON PARA ‘LA CULTURA’...DEL EXPOLIO Y DEL PILLAJE



En un sistema político constituido como una democracia, cuyo elenco político le cobra democracia al pueblo y que son elegidos bajo el compromiso, promesa y juramento de garantizar esa democracia, de servir y ser rigurosamente fiel y leal a la Nación a la que representan y a sus intereses generales, pero que una vez afincados en las Instituciones y asumidos los poderes cedidos para su gestión, por la soberanía popular, traicionan esa Constitución, traicionan a la Nación anulando su soberanía legislando contra derecho y criminalizando prepotente y despectivamente a la ciudadanía, quedan automáticamente deslegitimados y desautorizados como representantes y gestores del Estado y como servidores públicos, al tomar la senda del delito, la prevaricación y la malversación del poder soberano del pueblo, omitiendo y contraviniendo su legalidad constitucional y democrática violando el Estado de Derecho.

Es duro para un pueblo que paga democracia, tener que sufrir la represión y el sometimiento -por una organización antidemocrática, zafia, vulgar y delictiva que ocupa el Estado sostenido entre todos para garantizar que esto no sea posible- o ser ‘legalmente criminalizado’ y sancionado para lucrar a adeptos a la banda, o la impotencia de ver el manoseo criminal contra la Constitución, para servir los intereses bastardos de un puñado de nazis avaros -enemigos cerriles de todo lo que huela a honesto, a libertad, a trabajo, a igualdad o a derechos- sumados a un sin fin de atropellos, humillaciones, vejaciones y expolios.

Pero lo peor y más humillante de todo es soportar el insulto diario y machacón sobre nuestra inteligencia y mínimos niveles de comprensión y entendimiento. Que una banda de patéticos energúmenos cortitos e insensatos, además de ser unos fuera de la ley, o de legislar criminalmente contra derecho, esté convencida de que son creíbles sus burdas y estúpidas justificaciones para sus delitos contra la Nación o contra determinados colectivos empeñados en seguir apegados a la decencia, a la dignidad; a la convivencia culta pacífica y solidaria; y a la honradez como su hábitat natural de supervivencia.

Defender la cultura es inculcar civismo. Es defender el derecho y el libre albedrío de sus usuarios. Es el riguroso respeto a la legalidad ajustada a derecho. Es perseguir a los asesinos y delincuentes dando amparo, cobertura legal y máximo respeto a sus víctimas. Es consolidar y fortalecer el Estado garantizando las libertades y la erradicación del crimen. Es dimitir cuando alguna o algunas actuaciones gravan las arcas del Estado, o algunos servicios a regiones o a colectivos, o a la honorabilidad de la Nación. Es crear las condiciones para que todos, los que quieren y los que no también, se ganen la vida dignamente con su trabajo. Es patrocinar y promocionar, eliminando cualquier barrera u obstrucción, para que todo aquello que al ciudadano le sea beneficioso, tanto intelectual como profesional, comercial o espiritualmente, corra como la pólvora. Por internet y por cualquier medio de comunicación o centros docentes. Es servir, hacerlo bien y para todos por igual, sin pensar en volver a ser o no, reelegido. Es decir la verdad, ser respetable y respetuoso cuando se ejerce un cargo público. Un pueblo culto es aquel que lega a sus hijos un sistema edificado desde el conocimiento, desde el esfuerzo y la dignidad sobre el orgullo y la autoestima de saberse fuertes y unidos. Es el que lo hereda y lo asume para mejorar el futuro sobre esos mismos ‘carriles’ que recibió, con garantías de que su enemigo no está en el Estado que paga, o en el vecino que comparte el esfuerzo y sus beneficios.

Legislar para imponer la inepcia, la ignorancia y las miserias de unas minorías sobre todos los demás; para crear distintas categorías ciudadanas con distintos derechos a distintas canonjías; poner las zorras a guardar a las gallinas; para silenciar y maniatar a los que cobran por garantizar los derechos constitucionales, erigiéndose en caudillo autoritario, amo y señor; o para que unos roben a otros -derechos o patrimonio, o creando problemas de conciencia, o hiriendo sensibilidades- formando corros contra discriminados y perseguidos bajo la hamponería y crueldad impune de los criminales, corruptos y vividores del Estado y sus camarillas aliadas, es sencilla y vulgarmente delinquir. Delinquir de la forma más baja, rastrera y ruin a la que se pueda degradar un despojo humano, así mismo. Jamás podrá haber cultura ni libertad ni justicia, en una Nación donde el Estado garantiza el derecho al lucro a unos pocos, a costa de sacrificar el derecho patrimonial y a la dignidad, a decenas de millones de ciudadanos, que se lo han de procurar. Incluso si fuera cierto que semejantes personajes tuvieran la capacidad de crear algo denominable como 'cultura' ¿Sería justo ese precio? ¿Sería justo agredir el derecho cierto y real a millones de ciudadanos para garantizar uno hipotético a unos pocos? ¿Por qué se niegan a cargar el canon al producto? De esta forma solo paga el que lo consume, si es que se consume, pero naturalmente robando, legalmente, se gana mucho más que trabajando.

El derecho a legítima defensa es el derecho y el deber natural más antiguo, más ejercido y más irrenunciable. Solo los pueblos sumisos, cobardes e indignos se dejan doblegar y manosear por tiranos y ladrones, mil veces inferiores a cualquier alimaña.

jueves, diciembre 06, 2007

¿Quién los asesinó?

¿Quiénes son los que ordenan ‘zarandear el nogal’ para ser ellos los que ‘recogan las nueces’ ? ¿Son solo los pistoleros la ‘Organización’? ¿Puede una organización mantenerse durante cuarenta años, con una invariable fijación sobre unos objetivos políticos, perfecta organización jerárquica, eficacia logística y financiera, una amplia red de captación y reclutamiento, solo en manos de un puñado de pistoleros nutridos en su mayor parte, de niñatos sin entrañas ni ideas, nacidos para delinquir y que asesinan por dinero?

¿Qué sentido tiene enviar agentes desarmados y en claras condiciones de inferioridad, a Francia, para seguir a asesinos armados y dispuestos a matarlos, mientras compartimos el Estado con los jefes, cerebros, socios, colegas o colaboradores de esos asesinos, con muchísimas posibilidades de acceder a información de los planes del Estado contra ellos? ¿Por qué seguimos a unos pistoleros en otros países, mientras los beneficiarios que acopian logros políticos a costa de la sangre que derraman los asesinos de la banda, forman en el Estado, son el Estado, se financiación del Estado, desafían públicamente al Estado, gozan del amparo, del favor y corporativismo de la casta política y el cobijo de la Iglesia? ¿Mientras nuestros policías se juegan la vida en labores de guardaespaldas de aquellos que confraternizan con los que sacan tajadas políticas con la sangre de sus compañeros y conciudadanos en general? ¿Con aquellos que intercambian objetivos compartidos con la banda, a cambio de miserables apoyos por legislaturas, y que NO necesitan guardaespaldas mientras ‘recogen las nueces’? ¿Qué sentido tiene seguir con la parafernalia de llenar nuestras cárceles con sicarios y el dolor de seguir asistiendo a funerales, mientras nadie se atreve a extirpar el mal en su raíz?

¿Quienes son los asesinos? ¿Quiénes son los delatores?

¿Los pistoleros a sueldo que apretaron el gatillo, obedeciendo órdenes. Los que los legitimaron igualándolos al Estado y presentándolos en el Europarlamento. Los que los financian con dinero público ("de nadie"). Los que los consideran hombres de paz. Los chivatos de traidores de la propia policía, que los alertan de proyectos judidiciales, contra ellos. Los que negociaron con ellos aún sin dejar las armas ni la violencia, contraviniendo las condiciones sobre las que se basó la autorización del Parlamento. Los que legislan y promulgan leyes para que expolien a otros españoles, mejorándoles su financiación. Los que llaman accidentes a sus golpes criminales y asesinatos. Los que los aposentan en el Estado. Los que después de la muerte de Raúl y Fernando siguen decididos a seguir hocicando donde les indique el hampa del terror y algún que otro de sus pistoleros. Los que les envían señas y hacen gestos suplicantes a los asesinos, para que les regalen algún mendrugo electoral, aunque estos se mofen y los humillen y los llamen gorrinos. Los que los excarcelan sin acabar sus condenas. Los que puentean a sus abogados y les recurren sentencias de prisión, desde la Fiscalía General del Estado. Los que semiexcarcelan a un multiasesino y les pasan a su hembra para que se refocile sobre la sangre de veinticinco inocentes, en un hospital. Los cobardes y traidores que ambicionan el poder y el lucro inhibiéndose del cumplimiento de las leyes, de sus deberes con la Nación, vendiéndose y mirando para otro lado mientras expolian a unos ciudadanos, mientras otros mueren asesinados. Los que mienten para hacer buenos a los asesinos. Los que cierran blog,s que no cometen delito alguno, silenciando la libertad de expresión impidiendo la defensa del interés general. Los prevaricadores. Los subvencionados que callan por dinero. Los que ‘enriquecen’ el Código penal criminalizando al ciudadano honrado y lo omite con los asesinos. La degradación periodística que conforma un poder empresarial servilista y mercenario. Los que les importa un bledo la España que les contrata y les paga para que la defienda de las agresiones de asesinos, de sus socios nazis, renegados y resentidos. Los que criminalizan a las víctimas para complacer a sus asesinos. Los canallas que omiten la ley y omiten el deber de cumplirla y hacerla cumplir. Los que ponen a las víctimas ante los tribunales. O la pandilla de voceros desgraciados, de todos ellos, tertulianos mercenarios a sueldo, en su mayoría...?

¿Hay algo más sucio y más infecto que arrastrarse, como un gusano, tras esa morralla repulsiva, cargando miserablemente contra la nación honrada y patriota y contra sus propias víctimas?

Estoy completamente seguro que en la "puta España", esa que pone los muertos y los impuestos a los que pactan inmunidad para ellos, los únicos inocentes de todos los cargos, se encuentran entre el colectivo de víctimas del terrorismo – del vasco y del Estado- y en el cada vez más amplio colectivo de los criminalizados, discriminados, expoliados, reprimidos, desamparados y perseguidos políticos por el régimen z, con el que España ha enfilado hacia un destino de punto y final, irreversible. Incluso si el ‘traidor’ pierde las elecciones, la solución pasa por poner el Estado en cuarentena, suspendiendo los autogobiernos autonómicos y saneando el nacionalismo terrorista nazi y el caudillismo caciquil instalado en los municipios, que nos han ocupado, tomado y hundido. La estafa democrática se ha agotado y con ella se nos viene encima la terrible realidad por las consecuencias de su impunidad durante treinta años de mentiras, robos y depravación de los ocupas de los espacios políticos y la opresión y expolio al pueblo. Ya es imposible contener la supuración purulenta y agusanada que emana de una putrefacción generalizada. El hedor de su descomposición empieza a ser insoportable.

Enviar jóvenes a la muerte, es solo una macabra tapadera que encubra la cobardía por no tomar las legales como únicas medidas posibles y eficaces contra el crimen, optándo por dejarse llevar por él y recostándose en su rebufo, mientras se mira para otro lado ante el dolor que produce, y mostrando ‘gallardía’ contra los inocentes que sufren sus zarpazos y tarascadas, solo porque existen y les recuerdan sus miserias.

Hemos permitido que la delincuencia nos tome la espalda y nos ocupe el Estado, en una manifiesta y agresiva superioridad sobre nuestra rajada y pusilánime clase política, solo firme con los que desampara en la indefensión total. Un Estado ocupado y/o mediatizado por criminales corruptos, nazis, nacionalistas, omisos, mentirosos, terroristas, prevaricadores, negreros, mafias, ministros-cuotas, mediocres y la más exasperante inepcia terca y revanchista, soportada sobre la impunidad que patea los derechos fundamentales de toda una nación, a manos de caudillitos que consiguen leyes ‘manufacturadas en tres días’ para prohibir, encarcelar, someter, esquilmar y reprimir a un pueblo cuya única culpa ha sido dejarse dividir y enfrentar, para ser incapaz de articularse y defender sus pertenencias democráticas, renunciando a ejercer el derecho a legítima defensa, frente a los invasores criminales que han tomado el Estado y ejercen el control unificado sobre todas y cada una de nuestras instituciones. España y su nación ha sido tomada por una jauría de hienas hambrientas que la han devorado impunemente, dejándose cobarde y sumisa y sin que absolutamente nadie haya salido en su defensa. Ni de las instituciones, ni del gobierno, ni de la oposición, ni de una Europa tan falsa y huera como la propia España.

No son malos augurios. Solo son dudas y certezas que me inspiran las evidencias de la realidad, tal cual las sufro y las veo. Tal cual salen en la foto. La suerte está echada. Cada palo aguante su vela.

Clandestino

lunes, diciembre 03, 2007

¡Bravo Venezuela!

Esta vez la razón, aliada a los principios y valores éticos y morales, le ganó el pulso al relativismo que acoge a la indigencia intelectual, al hedonismo y a la indiferencia patria, que convierte a una nación digna, útil y válida, en un desecho degradado, cultivado en la incultura y la ignorancia, impidiendo su capacidad de autosuficiencia para generar la dependiente de la caridad del caudillo que los manipula y fanatiza.

La grandeza de un pueblo se mide por su capacidad de reacción en la adversidad. En la capacidad de articularse frente al poder tirano, y a sus vasallos y pesebreros. Hoy Venezuela ha dado un gran salto ejemplar y cualitativo hacia la consolidación de sus derechos y libertades que será recordado en su historia y será referente para los oprimidos del mundo.

Hoy todos los ciudadanos del mundo amantes de la libertad, somos venezolanos. Especialmente los que estamos sometidos a regímenes sectarios y continuistas, que tiranizan a la nación decente mientras se apoyan en la nación que renuncia a la democracia que pagamos para entregar nuestro poder, nuestra dignidad y los derechos de todos, a su esclava y fiel dependencia del amo. Nosotros, los que cobarde e irresponsablemente nos hemos dejado ocupar y atrapar por los nazis, terroristas, corruptos, vividores y toda clase de enemigos de la nación española y de cualquier virtud posible o inherente a la condición humana, vivimos con sana envidia y emoción este importante éxito a manos del valor y concienciación de esa gran nación hermana.

¡Bravo Venezuela!

Clandestino

miércoles, noviembre 28, 2007

El estatuto, del expolio federal, ostenta su poder

“Las verdades son solo palabras que puedes creer o no”, dice Mari Trini en su preciosa canción ‘Vals de Otoño’.

Que España es una explotación vasco-catalana, desde el sXIX, es un hecho constatable e incontestable. Cuando la verdad, lejos de ser palabras, es una evidencia y está ante los ojos no vale creer o no creer. O la aceptas o la repudias. O la defiendes y promulgas o la ignoras y desprecias, pero con sus consecuencias. Hoy el pueblo español sufre las consecuencias de la traición y de la persecución nazi vasco-catalana con más poder que nunca sobre todo el territorio nacional, tomando las riendas del Estado cedidas, por los que renuncian a gobernar España, en su favor.

El ejemplo vivo más destacable es el hecho de que un juez de Barcelona decide amordazar la verdad, en España. Verdad totalmente basada en una realidad objetiva, manifestada mediante el ejercicio de la libertad de expresión, y el derecho a legítima defensa del interés general, de forma legal y legítima, según nuestra constitución y nuestro sistema legal. Y todo porque esa verdad es onerosa a los intereses de la ‘nación catalana’, diametralmente opuestos a los de la Nación española.

Sin embargo al igual que ocurre con el expolio de la SGAE, esto también puede ser legal ya que se limitan a continuar con el desarrollo del estatuto donde ‘z’ regala a una nación enemiga (recuerden que para ellos somos ‘la puta España’ o ‘la mierda de España’, usado como eslogan que mitifica la libertad de expresión, al menos en ese ‘puto o mierda’ de país) no solo el expolio a nuestros recursos, sino parte de nuestra soberanía, dejando claro el poder que ese estatuto, le reconoce sobre la Nación española. Queda pues claro y demostrado que tenemos una Nación supuestamente regida por un sistema legal, supuestamente basado en una democracia constituida, pero sometida y expoliada por una nación no sujeta a la legalidad española, al ceder el Estado español todas las competencias, ni a ninguna otra al no tener estado y ser su legalidad de ‘plastilina’, por quedar fuera de la jurisdicción y control del Estado. Dos grandes ventajas que explotarán muy bien, prorrogando su independencia hasta que España quede completamente arrasada y barridos hasta el último euro.

Estamos en una situación en la que una camarilla de nazis apoltronados en su legalidad sujeta a cambios instantáneos según intereses, pueden imponer en España cualquier norma que resulte de su interés económico, político o social, pasándose nuestro sistema legal por el forro y sin que haya forma legal de impedirlo, teniendo, por el contrario, el deber de garantizarlo. Es más, no solo en España. Si estos nazis deciden hacer una ‘pirula’ en un país cualquiera la harán en nombre de España y será esta la que responda de sus desmanes allá donde los provoquen, dado que política y oficialmente son españoles, pero España no podrá exigirles el fin de estos, ni pedirles responsabilidades, por no tener ningún poder legal y por tanto ninguna autoridad sobre sus actuaciones ni dentro ni fuera de España. Podrán tener diputados, ministros, jueces, funcionarios, etc., etc., en todas las instituciones españolas. Incluso podrán ganar unas elecciones y ¿¡gobernarnos!?. En Cataluña no podrá haber un solo español, ejerciendo de tal, en una sola de sus instituciones y escasamente en la calle. Serán discriminados y sometidos a una asfixia tal que nadie podrá soportarlo a no ser que prescinda de su dignidad y de gran parte de sus derechos o le atraiga eso de ejercer de nazi.

Si el TC no falla, y pronto, anulando este bodrio incomestible de estatuto, España puede quedar atrapada, por el resto de los tiempos, en manos de una caterva de amos sin control legal, amparada y legitimada por el propio Estado español y con poder sobre el mismo. Le hemos concedido una licencia legal para atracarnos y someternos, bajo las garantías de nuestro propio sistema legal al que ellos ya no pertenecen , pero sí están bajo la tutela política internacional, al no disponer de su propio estado, por lo que internacionalmente no se les puede imputar sin invadir la soberanía española, algo que obligará a España a declararse responsable civil subsidiaria de todos los ‘bolos’ que estos bellacos vayan dejando tras de sí.

Vascongadas, dispone de un estatus similar dado que las concesiones del estatuto catalán ya las consiguieron ellos explotando el miedo tradicional de nuestros regidores y al descarado uso ventajista del terror asesino, por parte de los nacionalistas ‘moderados’. De ahí que les importe un bledo el estatuto y se centren en su ‘plan’ y en su ‘referéndum’.

¿Entienden ahora por qué aún ‘España no se ha roto’? Ojalá se hubiera roto. Sería mejor que habernos puesto, a nosotros mismos, una enorme bomba ‘en nuestras partes más vulnerables’ y darle el botón para activarla, a nuestros enemigos más recalcitrantes, avaros y barriobajeros.

La gran duda es, si el traidor ‘z’ gana las elecciones ¿Será capaz el TC de contradecir al caudillo y cumplir con la legalidad constitucional anulando el estatuto? ¿O por el contrario obedecerá sus órdenes y hundirá a la Nación? Esa puede ser la mecha que convierta la ‘memoria histórica’ en la más dramática actualidad. Mientras tanto solo podemos puentear en lo posible, la traición del caudillo y hacer compras solidarias eludiendo, no los productos catalanes o vascos, sino los radicados en esos lugares. Comprar solo productos comercializados por empresas radicadas en territorios cuyos impuestos sean recaudados por nuestra agencia tributaria y sean debidamente redistribuidos por España desde unos criterios solidarios. Mientras esté el ‘z’, no será así pero le pondremos en la tesitura de hacerlo mal, con lo que en su momento, cuando le sean pedidas cuentas en los tribunales, sumarán penas en su contra.

Después de todo les haremos el favor de no tener que ‘mantener’ a España, quedándose con nuestro dinero.

Clandestino

martes, noviembre 27, 2007

Reposición de post


Va por vosotros

Me permito un modesto homenaje a aquellos compañeros blogger que se ven acosados por los abiertamente declarados enemigos de los derechos, de las libertades y del Estado español, aprovechando la ausencia de gobierno y con la total colaboración y sumisión de sus ocupas, omisos y subvencionados, desempolvando y reponiendo este post.



ESTATUTOS PARA EL EXPOLIO FEDERAL

¿Por qué tengo que pagar impuestos a una “nación” enemiga y permitir que el Estado que mantengo esté más a su servicio que al mío, o que sus diputados y senadores mangoneen las políticas y las legislaciones en mi Parlamento y en el Senado de mi Nación?


Si no recuerdo mal, hace algo más de veinte años, el Presidente Felipe González tuvo un lapsus de lucidez que, alineándolo con sus deberes, le llevó a tratar de implantar el libre comercio y “descentralizarlo”. Con el fin de frenar el subdesarrollo económico tradicional de la mitad sur de España y el consiguiente despoblamiento de sus provincias, González permitió algunas importaciones de productos cuyo abastecimiento, desde tiempos inmemoriales, había sido acaparado por el mercantilismo de Cataluña. Fue un intento tímido de diversificar el comercio a través de distintas rutas peninsulares.

Muchos recordarán la trifulca histérica y medio vociferante con la que le obsequió el señor Pujol, esgrimiendo su tradicional y eficaz arma de amenaza y extorsión: el independentismo, que para él era la forma de “defenderse” del centralismo españolista de Madrid. Pujol amenazó con azuzar a sus mesnadas cuando realmente sólo defendía, como siempre, la obstrucción de la implantación democrática en el comercio e impedir el libre mercado que les obligase a los catalanes a competir en pie de igualdad. Naturalmente, de su típico y hábil manejo de la extorsión surtió el tradicional efecto de ver satisfechas las demandas de su potente maquinaria ventajista sobre el resto de España. El asunto se resolvió pactando, entre ambos y medio a escondidas, el famoso y vergonzoso PER, que supusieron evitaría el despoblamiento en el sur y garantizaría una reserva permanente de mano de obra, de disponibilidad inmediata y barata, para las zonas más industrializadas, como el País Vasco, o comerciales como Cataluña. Las pateras aún no tenían a España entre sus objetivos.

Libre de la tenaza franquista, a los catalanes les fue muy fácil manejar a su antojo a aquella España entonces tan ingenua con los que en el transcurso del tiempo habrían de ser sus enemigos políticos, los nacionalistas. Madrid continuó descentralizando competencias a favor de Cataluña, mientras ésta continuó afianzándose como un gigantesco almacén de compraventa e importaciones que, reconvertidas como marcas propias, copaban el mercado nacional en un porcentaje muy superior a las producciones locales. Tal sistema les generó muy poca o ninguna competencia a los catalanes, dando así continuidad al proteccionismo franquista sobre la economía de la región catalana. Pero a diferencia del régimen anterior, ahora solo de forma unidireccional: riqueza del resto de España hacia Cataluña, como consecuencia de un mercado que seguía casi cautivo, y desvinculación social y política de Cataluña hacia la Nación y su Estado, en clara deslealtad y en oposición al derecho al desarrollo económico del resto de España, una vez asentado el expolio de sus materias primas, como por ejemplo el algodón andaluz que pasaba a ser transformado en las fábricas de Mataró y a centuplicar su precio cuando regresaba.

A la clásica dependencia del entramado industrial vasco, España le suma ahora la subordinación al entramado comercial catalán, que junto a las grandes empresas de suministros y servicios radicadas en Cataluña —cuyas radicaciones allí fueron exigidas y complacidas en todas las épocas, algunas por Zapatero, como el fallido intento de Endesa—, suponen el expolio para el resto de España mediante el casi monopolio comercial. Y en el futuro ese expolio deberá incrementarse gracias a la inexplicable traición de Zapatero a la Nación española, y a la mas que dudosa constitucionalidad de unos estatutos que no solo conceden la independencia de facto a Cataluña, sino que la convierten en “potencia colonial” sobre España. La nefasta y claudicante descentralización política, paralela a una semi-protegida concentración económica catalana, invierten el papel del Estado, pasando de regidor nacional a servidor legal, pero ilegítimo, de los enemigos declarados de España. Recordemos: “España no me es simpática”. Carod dixit. Así, pues, todo el nuevo andamiaje constituye una traición impune y sin escrúpulos, solo posible con la colaboración de los responsables de proteger a la Nación española.

Dando curso a ese estatuto de Cataluña, recurrido como sabemos y que por lógica debería ser totalmente anulado, los políticos catalanes han tenido la indecencia de no esperar al dictamen del Tribunal Constitucional y han creado su propia Agencia Tributaria “para recaudar SUS impuestos”. Se refuerza así la trampa de que la “nación” catalana mantendrá todos los derechos políticos y civiles en España, mientras España no tendrá absolutamente ninguno en Cataluña al haberle cedido todas las competencias. La clase política catalana podrá así ejercer magistralmente su miserable extorsión en los mercados financieros y comerciales, que irá acompañada de la nazi discriminación excluyente, mediante, entre otros, el uso político del idioma. Lo que los avaros políticos catalanes llaman “sus impuestos”, incluyen los que recaudarán en toda España, por ejemplo en concepto de IVA. Esto significa que además de la tradicional explotación a su propia ciudadanía hispano-catalana, abandonada en la indefensión y desamparo por el Estado, obtienen una concesión ilimitada para ampliarla a todo el territorio español. Recaudarán impuestos de todos los españoles mediante su implantada y blindada red comercial, casi exclusiva, y decidirán las políticas comerciales de su interés y contra los nuestros, y encima lo harán desde NUESTRO propio Parlamento, donde tienen la capacidad de mediatizar las decisiones del Gobierno. Cada español que utilice un servicio o consuma un producto de marca catalana pagará impuestos a la Agencia Tributaria catalana, que así expoliará a la española y por ende a la Nación. Aumentaremos el enriquecimiento de Cataluña a costa del inevitable aumento en el empobrecimiento de España, mediante el expolio del IVA repercutido, como se ha dicho, y de los impuestos sobre beneficios, además de generarles riqueza derivada de la producción, manipulado y transportes de los productos.

La clara independencia, implícita en el estatuto catalán, no se ha concretado oficialmente solo porque del modo en que han quedado gozarán de un estatus mucho más ventajoso que la propia independencia. Es decir, aparcan dicha independencia y se aferran al federalismo “asimétrico” como forma de encubrir y mantener su colonización y explotación de la Nación española, dándose la paradoja de que pagaremos impuestos y, en gran medida, nos someteremos a una “nación” declaradamente enemiga por algunos de sus más significados dirigentes y con poder sobre las decisiones de nuestra política. ¿Se imaginan un estatuto que nos obligara a pagar impuestos a Marruecos y encima decidieran las políticas de su interés, en detrimento de los nuestros, en nuestro propio Parlamento? Si trasladamos eso a Cataluña, tendremos ante los ojos la esencia del estatuto catalán: España, colonia catalana para su explotación económica y mangoneo político.

Los traidores del gobierno se burlan con sarcasmos de los que pronosticamos la ya consumada ruptura nacional, solo porque sus protagonistas-beneficiarios la encubren para su conveniencia. La evidencia resalta y se eleva por encima de todas sus mentiras. La excusa es que todos podrán hacer unos estatutos según sus intereses, pero todo está calculado, porque la posible renovación de los demás estatutos solo servirá para consolidarle, a cada uno, su “nacional” pobreza, a costa de enriquecer a esos listos a los que se les ha blindado el monopolio del poder y de la riqueza. Ni siquiera podrán paliar ligeramente su miseria protegiendo sus productos locales. Ni el Estado ni la UE lo permiten. La trampa es perfecta. Solo la legitimidad del poder soberano del pueblo ante semejante injusticia podrá y deberá neutralizar el delito del gobierno zapaterino. El truco del federalismo “asimétrico” no cuela. ¿Qué utilidad tendrá para los andaluces un estatuto similar al catalán, cuando sus ciudadanos paguen impuestos a Cataluña y no los reciban de nadie porque su balanza comercial será desmesurada y progresivamente negativa? Los andaluces, me temo, seguirán en la cola de cualquier índice de desarrollo, como consecuencia de su contribución al enriquecimiento vasco y catalán, un hecho que dura ya varios siglos.

Los ciudadanos han de exigirles a sus gobiernos autónomos que les defiendan de esta agresión urdida por los políticos de Cataluña, el País Vasco y los traidores ocupas del Estado. Las regiones expoliadas deben promover normas que inciten a sus comerciantes a cubrir sus mercados y a negociar sus propias importaciones directamente en origen, puenteando las rutas Vasca y Catalana. España no puede permitirse esta lacra infecta, de claro corte fascista, que nos prive de derechos y progreso otros quinientos años. A poder ser, ni siquiera uno más.

Clandestino

lunes, noviembre 26, 2007

Por la soberanía de la Nación venezolana

Día de Acción Bloguero

Me uno a la preocupación y temor de la Nación venezolana, ante el grave riesgo de la pérdida de su soberanía a manos de un loco iluminado y desaprensivo. Ojalá se imponga la cordura y puedan mantener un nivel de democracía que aunque precario, sea suficiente como para poder deshacerse del mayor enemigo nacional de su historia, en las próximas elecciones.

Clandestino

jueves, noviembre 22, 2007

Impuestos democráticos en manos caudillistas

Me maravillan algunas reflexiones ‘socialistas’ absolutamente antisociales y totalmente alejadas de cualquier atisbo democrático.

Todos los países necesitan de los impuestos. Todos los estados necesitan los impuestos para mantener los servicios e infraestructuras además de su propio mantenimiento. Sean democráticos y modernos o trogloditas y tiranos. Lo que no necesita ninguna nación de ningún país, son listos y vividores colgados de la teta del estado poniendo a los contribuyentes a servir al estado y a sus ocupas, obligándoles a ejercer de recaudadores gratuitos y a pasar hambre de muchas cosas, justicia incluido, porque hay que garantizar el fasto, la corrupción y el despilfarro político, haciendo pagar impuestos a quienes hacerlo les supone privarse de artículos de primera necesidad como la vivienda, considerada patrimonio sujeto a impuestos, porque a los estados, no democráticos, les viene muy bien tener un instrumento de extorsión para doblegar la rebeldía de aquellos que pudieran decidir ejercer su derecho a legítima defensa, frente a la represión, expolios, abusos y delitos del estado. Pero la vivienda es un artículo de primera necesidad, intocable e inviolable. Las leyes las hacen los que ocupan los estados. Dependiendo de su nivel de hipocresía y criminalidad, esas leyes serán más o menos criminales. Solo las democracias tienen leyes ajustadas a derecho. En cualquier régimen político nunca jamás se puede dar ninguna causa ni razón que amenace la propiedad y derecho a uso de la vivienda. Cualquier régimen que lo haga siempre será un régimen criminal. Cualquier padre de familia que le sea sustraída, bien sea mediante procedimiento legal o forzado, dejando a sus hijos y resto de familia, en al calle, en los cajeros o a expensas de la caridad, tiene el deber a ejercer el derecho a legítima defensa. Cualquier comunidad ciudadana que lo consienta habrá descendido a su más rastrero nivel de degradación.

Sin derechos no hay deberes y viceversa. Cuando los ocupas del estado no hacen sus deberes, el ciudadano distrae los suyos para procurarse los servicios que le escamotea el estado. Nadie tiene el deber de pagar impuestos a un estado que no genera las condiciones para que sus necesidades mas elementales puedan ser cubiertas por sus medios, legalmente y manteniendo sus derechos y su dignidad, en una escrupulosa libertad de mercado sin injerencias ni intervensionismos y en el más riguroso control del cumplimiento y respeto a la legalidad democrática y a los derechos de todos los implicados. Desde los inversores a los asalariados. Un buen padre de familia primero atenderá las necesidades de su familia y si le sobra pagará impuestos y si no, clara y públicamente se inhibirá de ese deber hasta que su precariedad pase a mejor vida. Sin permiso del estado y sin tener que suplicar ni agradecer nada a nadie. Solo porque priorizar a su familia es su derecho natural más fundamental, muy por encima de cualquier deber con el estado o con otros posibles acreedores. Aunque los ocupas de los estados se suelen pasar por el forro esos y todos los demás derechos fundamentales y democráticos. Algunos, sin el menor sonrojo, presumen de serlo. Los más osados incluso alardean de ser mejores que Franco, pero lo ocultan y lo prohíben en el miedo a enfrentarse a él cara a cara y demostrar que son mejores y que sea el ciudadano el que dicte sentencia.

Es cierto que la movida del PP sobre la bajada de impuestos, tiene visos de ser electoralista, seguramente contagiado por el estilo bananero y populista de ‘Z’ y su PSOE, y de todas las demás organizaciones que aspiran a ocupar el Estado. Ya el PSOE ha dejado muy claro que la democracia y la ciudadanía que se la paga, se la repanfinflan, al PP le bastaría con ofertar democracia, con la obligada ‘limpia’ del Estado, con lo cual ahorraría el pago de impuestos a más de la mitad de los contribuyentes y podría reducir a la mitad los del resto, además de erradicar los expolios y expoliadores, y las mordidas de los caudillos, de las mafias y la corrupción, garantizando el Estado de Derecho. Con eso tendría ganadas las elecciones hasta el año tres mil. Pero eso es imposible. Nadie va a destruir el gran chollo de explotar a toda una nación, para optar a un simple trabajo de servir a esa nación. Además para eso habría que ser político de vocación y en España no existen los políticos ni las políticas. No existen organizaciones demócratas, ni demócratas en esas organizaciones. Simplemente hay oligarquías partitocráticas apoyándose en un nuevo y boyante feudal-fascismo vulgar, facilón y globalizado, que solo se sirven a sí mismas apoderándose del ‘solar’ patrio y explotándolo con el peor estilo cortijero, de forma zafia, corporativa, antisocial y antinacional, que les asegure la poltrona, su rentabilidad económica y su cohesión tribal. Se despilfarran importantes sumas del erario público, institucionalizando y subvencionando ‘floreros’, solo útiles al caudillo, y mediatizando instituciones –sindicatos, defensores del pueblo, ‘garantes’ constitucionales, Tribunal Constitucional, sistema judicial, legislativo, defensa del consumidor, Parlamentos, ONGs, cargos públicos, ayuntamientos, autonomías, etc., etc., etc.- Aparentan un decorado con aspecto y aromas democráticos, pero a partir de ahí todos, pueblo especialmente, son sometidos férreamente, al control o a la única voluntad del caudillo ‘democrático’ de turno. Millones de euros salidos de la pobreza y de la indignidad, desperdiciados en el pago de simulacros, omisiones y silencios que hunden al pueblo pagano en el desamparo y la indefensión quedando a expensas de la humillante villanía de los buitres, de sus socios, de sus afines, de sus allegados. Luego a ‘cambiar el mundo’ mientras se dedican a tomar el pelo a ese pueblo haciendo el paripé y emulando el ‘show’ de los de la lucha libre, para enfrentar a unos contra otros, mientras nos llenan de leyes de prohibir, de someter, de ‘calla y no te menees’, de pagar, de pagar, de pagar, de pagar y de pagar… a cambio de nada.

¿Conseguiremos ver en España una democracia alguna vez?

"Tengamos fe en que el derecho constituye la fuerza". Abraham Lincoln

Clandestino

sábado, noviembre 17, 2007

'La gente', esa masa de pobres sustentando una nación rica

La gente, las personas, son lo importante, y lo son muy por encima de todos los demás aspectos que puedan llenar las agendas políticas de cualquier gobierno. Todo el esfuerzo político será ilegítimo y contra derecho, si no pretende la calidad de vida y el bienestar general, garantizando la dignidad, el libre albedrío, la respetabilidad y la soberanía de todas las personas regidas por el Estado, y a partir de ahí, también colaborar en lo posible con otros estados, con menos recursos.

Nos hemos acostumbrado a que la normalidad política esté exclusivamente orientada en pro de intereses espúreos, en el desprecio o ignorancia sobre las personas, que se llega a ofertar su importancia como una novedad. Nos hemos acostumbrado a que las personas conforman una masa anónima y ávida, como una marabunta molesta que 'gruñe, exige, consume, contamina, come y defeca'. Una simple y vulgar herramienta de usar y tirar, por el político un día de cada cuatro años, para ser arrojado, como ganado, al interés del negrero, sin más amparo y defensión que la piedad del amo y de esa multitud de caudillos radicales, autonómicos y locales, como adalides feudales intocables e incontestables, que infectan el recinto patrio como los topillos de Castilla León, elevados fastuosamente en sus peanas, amparados, avalados y fortalecidos por los gestores del Estado, frente a sus víctimas, mientras la corrupción es una constante que adorna el paisaje institucional, donde parece ser que el que es honesto y trabaja, lo echan.

Todas las actividades políticas de la gran mayoría de los responsables políticos, convergen en un único objetivo: economía. Políticos<--->economía. Todo ese gran mundo intermedio que existe entre ambos, donde habitan y se debaten por la supervivencia todas las personas 'humanas' de la nación, simplemente se controla, se interviene, se somete, se reduce, se vacía de derechos, valores y principios, se utiliza, se expolia, se mangonea, se manipula, se veja, se humilla, se anula, se le miente, se le estafa, se degrada, se rentabiliza como a ganado, o se descalifica y arremete contra los que se decantan ideológica o electoralmente, por los ‘otros’. Lo importante es asegurar poltrona y presumir de PIB. Los políticos se apoyan en la buena fe de la gente para alcanzar y apoderarse del poder de esa gente. Cuando lo tienen lo usan contra ellos para dedicarse a servir a las 'máquinas' de hacer dinero. Si hay que intervenir, hasta incluso los sentimientos o cualquier atisbo de derecho o libertad, se legisla contra la Constitución o contra el derecho natural imprescindible para impartir y permitir la justicia, y se le sirven sus cabezas al amo del poder económico. Les importa un bledo las personas, sus derechos y los sufrimientos derivados de su crueldad y falta de escrúpulos. Simplemente facilitan la labor a su 'producción de PIB' con su manido 'el fin justifica los medios'. Las personas despojadas de su poder que en manos de unos pocos se unen corporativamente y utilizan el Estado contra la gran mayoría para lucro de unos pocos. Por supuesto que siempre “democráticamente". Millones de esclavos despojados de sus derechos, para que el lucro de unos pocos permita a la casta política esgrimir, con orgullo, su lugar en el ránkig de ricas naciones, a costa de sus pobres.

Así nos va. En lugar de tener gobiernos fuertes e independientes que gestionen una nación fuerte, respetada e independiente, tenemos gobiernos que hunden a la nación en la indignidad barriobajera de un ‘indio’ parlanchín o de un sátrapa moro, porque ‘instalaron’ algunas máquinas de generar dinero en su territorio. Cuarenta millones de PERSONAS humilladas en su dignidad, prestigio y respetabilidad, por garantizar un puñado de dólares a los negreros afines y a ‘su’ PIB, como único obstáculo para poner en su lugar a ese grosero showman saltimbanqui. Millones de personas expoliadas por unos pocos con leyes solo posibles en regímenes feudal-caudillistas, como el estatuto catalán o la ley que incrimina a toda la Nación para regalar canonjías a la SGAE. O normas municipales, autonómicas, y corrupciones, que son auténticos expolios que sonrojarían hasta a los más recalcitrantes feudales del sXIV. Quemarle la vida a millones de personas, que pagan para que les garanticen lo contrario, usando miserablemente, su propio dinero y su propio poder.

En una democracia todo sería muy diferente. Pero lo que hay es lo que hay. Con el caudillo 'Z' y con sus antecesores. Manipulan a las personas, señalando al PP, cuando el que ha vivido y vive, en la Moncloa, durante esta clamorosamente desastrosa legislatura, no es el PP. Que todo el mal que se están tragando los cuarenta millones de personas atrapadas en esta ‘democracia’ caudillista, torpe y a caballo de la inepcia total, no la está liderando el PP. En su momento, cuando gobernaron, fueron duramente criticados. Si vuelven a gobernar seguramente lo volverán a ser, ya que es muy probable que continúe este mismo feudal-fascismo antidemocrático. Pero ahora es el turno del PSOE. Que asuman sus responsabilidades y respeten el derecho a las críticas de las personas estafadas, que pagan democracia y reciben expolio patrimonial y hurto de derechos, y no se burlen más de la gente. Que dejen de acosar a los que les espetan la verdad -esa que ahora dan en llamar ‘injurias’- usando o amenazando con los tribunales. Esos mismos tribunales que acatan, aceptan y utilizan leyes contra la justicia, como la de la SGAE, para ¡¿“impartir justicia”?! Acepten que la política de cobrar democracia y ofrecer represión y expolio, es política criminal. Que las víctimas tienen el deber y el derecho a legítima defensa. Que dejen el engañabobos de ir con el talonario regalando‘caridad’ a cambio de votos. No les pertenece. Ningún gobierno legítimo del mundo tiene absolutamente nada para regalar a nadie. Todo lo que regale, irremisiblemente ha sido hurtado previamente. Que cumplan con su deber de generar las condiciones para que todos sean autosuficientes por sus medios. Que dejen de generar miseria usando las rentas para ‘salvar’ a algunos miserables, en momentos convenientemente puntuales. Que dejen de agredir y someter con leyes políticas antidemocráticas. Que acepten que la democracia no es solo el día de las elecciones. Cuando se gana, además hay que seguir siendo demócrata cada día de la legislatura. Que rectifiquen, deroguen sus leyes políticas contra derecho, sometiéndose a la Constitución, respetando las libertades y sirviendo al ciudadano, o que dimitan entregándose a la justicia.

Clandestino

viernes, noviembre 09, 2007

El caudillo Franco prohibido por el caudillo z.

Cuando en 1978, mediante referéndum nacional, se aprobó por abrumadora mayoría en toda España, la Constitución de lo que se suponía sería nuestra democracia, ni un solo español, de ninguna condición, clase o tendencia, pudo suponer, ni remotamente, que algún día Franco pudiera ser recordado ni por sus más allegados y mucho menos que pudiera llegar a ser protagonista del encumbramiento de toda la morralla nacional, a su costa, después de que han trepado durante décadas con el solo mérito de succionar los tuétanos de su cadáver. Nadie daba un duro por la memoria de un régimen autoritario y represor. Y así fue durante casi treinta años. Treinta largos años durante los que se fraguó, aplicó y consolidó la mayor estafa criminal que jamás ningún tirano, dictador, o absolutista, se haya atrevido a imponer a ningún pueblo. Treinta largos años que empezaron con el gran proyecto ilusionante de la tan ansiada y merecida democracia, pasando en unos años al desconcierto, seguido de otros de desesperanza para acabar en la confirmación de la gran encerrona que los enemigos de la honradez, del derecho y de las libertades, fueron trabajándose día a día bajo el disfraz de demócratas. Hasta tal punto que nuevamente vuelve a surgir, de forma clara y nítida, el recuerdo del régimen del dictador como opción menos mala de entre todos los grandes males que nos asolan y acechan actualmente. El convencimiento claro y evidente de que la estafa democrática es mucho más vejatoria, mas represiva y más humillante que aquel régimen que el viejo dictador nos legó al morir. Hasta tal punto es así que la variopinta pléyade de traidores, tiranos, radicales, insolidarios, vividores, mentirosos, vagos, ineptos, bobos, corruptos y fueras de la ley, de diversa procedencia y pelaje que se aposentan en el Estado y sus aledaños, han optado -a la desesperada y de forma atípica- por prohibirlo, antes de volver a vivir la bochornosa realidad de volver a ser derrotados por el cadáver de aquel que ya lo hiciera en vida y esta vez sin cunetas ni muertos que cargarle.

Lo absurdo de esta medida deja al descubierto el miedo a la comparación sabiendo que pierden en ella. Una medida solo justificada en la absoluta chapuza antidemocrática, antiespañola orientada vivir del mangoneo y de la ‘explotación del hombre por el hombre’ que tantas revoluciones y tantos millones de muertos produjo a lo largo de miles de años, para que cuatro pandilleros de baja ralea, se meen, agredan, descalifiquen y amenacen a todos aquellos que murieron, a todos aquellos que están muriendo y a todos aquellos que viven bajo la amenaza de muerte y de la extorsión. A todos aquellos que eligen la honestidad como base de sus valores y principios.

Esos que poseen el Estado e impiden un gobierno democrático, legislan contra el derecho y contra la justicia, impiden la dignidad, someten, reprimen, expolian y ahora también prohíben los referentes que los delatan como lo que son y evitando el acoso de la sombra asfixiante que lleva la amenaza de su más poderoso rival, incluso tras treinta años de cadáver al que tanto deben, ya que parapetados tras él han podido urdir su gran fechoría sin que nadie sospechara hasta ser demasiado tarde. Gente de poco valor y ninguna validez, que sin Franco y el inagotable recurso de restregar constantemente su maldad, siendo peor, no serían mas que vulgar carne callejera o de mazmorra. Si Franco no hubiera existido se lo habrían inventado, para poder justificar la enejenación masiva de los derechos ciudadanos para sus intereses de partidos, de amiguetes y adeptos.

Ahora respiran tranquilos tras estas maniobras que le permiten seguir sobreviviendo en la mentira a su costa. El tiempo los pondrá en su lugar. De momento disfrutan la prórroga de su estafa. De momento, si Vd. decide ejercer su derecho a manifestarse haciendo ostentación de sus símbolos favoritos podrá ondear una bandera comunista, republicana, vasca, catalana, china, cubana, boliviana, venezolana, birmana, iraní, siria, saudí, yemení o cualquier otra que le venga en gana, sea nacional o extranjera -aunque represente horror de la aniquilación de millones de inocentes, el acoso, la amenaza, la extorsión, la agresión, la explotación, el expolio o la tiranía y el miedo del terror sobre sus pueblos- mientras no sea la española post constitucional en la que figure el hermoso, regio y llamativo águila de San Juan, que durante siglos fue protagonista de nuestra historia como nación, figurando en banderas, escudos, pabellones y pendones de reinos, reyes y nobles españoles. Podrá mostrar o lucir la hoz y el martillo, el capullo de la rosa empuñada o el anagrama de la serpiente de la banda de asesinos vascos, que también tienen sus vividurías dentro de este Estado ‘democrático’. Podrá hacer ostentación de imaginería porno-bíblica o todo tipo de escenas vomitivas relativas a la promiscuidad homosexual. Pero tendrá prohibido mostrar, instalar o lucir en público, esa bandera que durante los tres primeros años de la ‘estafa democrática’, tras la aprobación de la ignorada y omitida Constitución, ondeó en todos los mástiles de todos los centros oficiales españoles, nacionales y extranjeros. Esa bandera ha sido prohibida, por los ‘sabios’ promotores del adoctrinamiento -para cultivar la ignorancia y el fanático embrutecimiento de la ciudadanía- que han descubierto que es de Franco y no de los españoles. Al cabo de más de cinco siglos este ‘gobierno’, sus aliados nazis y su amplia red de vividurías perimetrales, la prohíben por ser un símbolo franquista.

Solo la estupidez y el miedo de la cobardía y la sinrazón puede prohibir a un dictador muerto y homenajear a un carrillo vivo. Legitimar a una banda de asesinos, mientras desprecian y acosan a sus víctimas. Prohibir una bandera legal haciendo ostentación ilimitada de símbolos del crimen, la extorsión y de la agresión a la humanidad, a la civilización, a la convivencia y a todos aquellos aspectos que la puedan hacer posible. Y se creen mejor que Franco.

Me pregunto si este dechado de ‘sabiduría y bondad’, prohibirá y derogará toda la actividad política, legislativa y judicial -incluida la propia Constitución- de los años 78 al 81, en los que nuestra bandera lucía la famosa águila “de Franco”. Lo que convierte al Águila de San Juan en un símbolo tanto franquista como ‘democrático’, por tanto legal y legítimo y en una democracia eso no se pueden prohibir ni ilegalizar. Solo deberían ilegalizarse o condenarse actos consumados. Si alguna vez tenemos democracia podremos comprobarlo derogando las leyes políticas inconstitucionales del caudillo z, entre otras muchas, y formando culturalmente a la nación para que usando su racionalidad y ejerciendo su libre albedrío puedan líbremente desechar todo lo que no sea bueno para ellos y para la convivencia, sin que ningún caudillo tenga que prohibir las banderitas y las manías de otros caudillos. En una democracia sobran todos los caudillos. Los vivos se encarcelan de por vida y los muertos sencillamente se les olvida e ignora. En una democracia no caben caudillos tiranos como Franco y mucho menos caudillos rastreros, ramplones y traidores, como sus rivales actuales.

Clandestino

domingo, noviembre 04, 2007

Cobardía y sumisión, incompatibles con derechos y libertades.

Una Nación que se deja gobernar por una organización antinacional, nutrida de nazis, traidores, renegados, criminales corruptos y fueras de la ley, enemigos del pueblo y del Estado de Derecho, que promulga leyes inconstitucionales, contra los derechos de ese pueblo, para beneficiarse a sí mismos y a sus ‘correligionarios’, evidencia su cobardía y su sumisión, en la falta de valor, en la renuncia a sus derechos y libertades y a su propia soberanía. Esta cobardía se traduce en el acatamiento sumiso y aceptado como parte de la “normalidad” cotidiana, que rebaja a esa Nación a un nivel inferior al del envilecimiento, falta de escrúpulos y baja catadura moral, de los tiranos y criminales que la someten, pasando su denominación de Nación respetada y respetable a la de ‘naciones-piltrafa-desunidas’, aunque a algunos les pueda gustar llamarlas, ‘confederadas’.

No nos debe extrañar ni asombrar sus lógicas consecuencias, tanto en los ‘desmadres’ que la ausencia de política, como consecuencia de la ausencia de gobierno, provoca tanto a nivel interno como en las relaciones internacionales, que todo país debe mantener de forma respetable y necesaria y que ningún país del mundo está dispuesto a suplantar por chanchullos caseros del ‘como sea’, de la marca ‘Pepe y Otilio’. Ninguno se va a tomar en serio a una nación que da cobijo a esa peste en las principales dependencias de su Estado y se deja esclavizar y expoliar por la chusma mundial con sus sucios negocios, que enriquecen a los ricos, a los corruptos y los mafiosos, de dentro y fuera del Estado, como elementos ‘fundamentales’ e intocables de esa su única ‘política’ económica.

Esa nación-piltrafa bajo un régimen chapuza cuyo caudillo se dedica a invertir gran parte del erario público en la compra de votos, suplantar a sus silenciados sindicatos y a resolver los ‘problemillas’ a sus socios, amiguetes y adeptos, y a compadrear y legitimar a los asesinos terroristas, en sus ratos libres –tres años, de tres y medio- y al acoso y derribo de todo lo que se menea, sin el “si wuana” por delante, está tan desprestigiada y menospreciada que incluso cuando su ‘Jefe de Estado’, no electo -cuya misión es garantizar la Constitución y refrendar esas leyes inconstitucionales, además de hacer algo de relaciones públicas- quiere darse una vueltecita por alguno de ‘sus territorios’, su país vecino, en manos de un dictador igualmente tirano, le monta un ‘pollo’ e intenta impedirlo. No es de extrañar que una nación-piltrafa que se degrada así misma asimilándose a una ‘casa de lenocinio’ dejándose someter por una gente extraña, barriobajera y enemiga, sea despreciada hasta por bandas rivales, que ocupan otros ‘estados’ en condiciones similares, pero sintiéndose más fuerte en la diferencia de que no traicionan a su patria, lo que le da ventaja y poder sobre los traidores que debilitan y destruyen a su nación, despojándola de valores patrios que la potencie en su unidad, hasta que cualquier jeque asimile a esa nación y a su país, con vulgares siervos de gleba.

En España se han dado algunas situaciones recientes, que pueden llegar a provocar vómitos a los más sensibles o pulcros con la higiene política y social. El ‘gobierno’ ha tenido que promulgar una ley para condenar y prohibir a un régimen autoritario, tras demostrar ser peor que él en muchos aspectos, para evitar comparaciones que posibiliten optar por el mal menor entre dos grandes males. ¿Para qué otra cosa se puede prohibir algo que en principio nadie quiere ni desea? ¿Se puede prohibir el sufrimiento o la flagelación? Se podría solo cuando son aspectos menos malos que la realidad que se vive cada día y que pueden ser referentes que evidencien a los mismos. Y si alguien lo quiere y lo desea, solo un gobierno tirano se lo puede prohibir. Podemos decir alto y claro que el régimen de Franco no es el más malo, para España, desde que z ocupa el Estado.

Además se ha dictado sentencia sobre el juicio a los asesinos del 11-M. Nuestro ‘gobierno’ y todo su amplio aparato ‘goebeliano’, lo han celebrado con grandes aspavientos y abundante palabrería llena de ironías y sarcasmos hirientes ¿Porque se condenaron a los asesinos de ciento noventa y dos españoles?...No. ¡Porque el juez dijo que no fueron sus pupilos etarras! Nunca tantos, sumaron tan poco valor y tanta vileza.

El Presidente de Francia Sr. Sarkozy, en una tarde ha hecho por unos ciudadanos españoles, en Chad, más de lo que z hubiera hecho en el resto de su vida. Mientras, Moratinos disfrutando del puente con nuestros ‘envidiables amigos’, de Marruecos.

Lamento contradecir a Mister W. Churchill, pero la mayoría de españoles no merecemos este ‘gobierno’. Ni siquiera los que legalizaron, con su voto, a este ‘gobierno’ ilegítimo.

“Ningún bribón es tan estúpido como para no hallar razones para sus bajezas”.
Theodor Cöner

Clandestino

domingo, octubre 28, 2007

Esos ilustrados ‘bancos de datos’, tan cultos como un DVD

Últimamente hay una oleada de bloggers y comentaristas afanados en descalificar ideas y razones, mofándose de las formas y menoscabando a sus autores, por su falta de conocimientos que avalen su nivel de ‘cultura, ilustración o erudición’, haciendo especial hincapié en incorrecciones ortográficas, especialmente en el mal uso de tildes. Ejerciendo una prepotencia y vanidad sobre la que destaca su propia ignorancia, al imponer las formas por encima de las razones.

En esta España ‘serena’ en la que ‘todo vale como sea’ se pretender catalogar la cultura por niveles, en base a lo aprendido de otros, como único referente, o de la mediocre meticulosidad de observar un fanático seguimiento en la corrección ortográfica, dando más valor a las formas que al mensaje que contiene. El truco está en asociar el conocimiento como único ingrediente imprescindible para que la cultura pueda ser reconocida como tal, cuando ese conocimiento es a la cultura, lo que la grasa es al eje de un carro, si no es manejada con la debida humildad que permita poner sabiduría donde había ignorancia. Confundiendo conocimiento con almacenaje de datos. Por esta regla de tres, mi reproductor de DVD es un instrumento más ‘culto’ que toda la plana mayor de filósofos de la antigua Gracia.

¿Quien y como mide la cultura? ¿Es cultura Leer? ¿Escribir? ¿Memorizar? ¿Tener un título otorgado al aprobar unos exámenes? ¿'Don de palabra'? ¿Aprender lo que saben otros y repetir, como loros, los conocimientos de esos otros? ¿Es cultura mofarse de los ‘incultos’ que opinan o contradicen? ¿Descalificar la racionalidad y las razones de aquellos que las exponen de forma nítida, adusta y seca, porque no son suficientemente ‘cultos o eruditos’ para hacerlo más ‘cultamente bonito’, u ortográficamente más correcto? ¿Es cultura erigirse en juez para decidir quienes si y quienes no lo son o pueden serlo? ¿Tienen derecho a opinar los que la vida les negó la oportunidad de acceder al saber?

No es cultura ser un perfecto lechuguino con muchos conocimientos y aires de no mear, que resulte, agradable, correcto, ameno y distinguido en una reunión de 'nivel', aunque se las tenga que tragar dobladas. Ni un buen relaciones públicas. Ni un mal político que vende bien sus estafas. Ni leer cualquier cosa o a cualquier autor. Una nación no puede hacerse un concepto global de cultura cuando el ideólogo del Partido del Gobierno es Pepino Blanco y cuando durante tres años una ministra cuota de ‘cultura’, como la Sra. Carmen Calvo, son sus referentes oficiales.

Cultura es crear y materializar la necesidad de comunicar o inculcar sentimientos, ideas o inquietudes, por cualquier forma de expresión, aunque no sepa hacer la 'o' con un canuto. Extraer una hermosa figura a un tocho de piedra, aunque su autor no sepa ni firmar. Dibujar sus tormentos sobre un tapiz o un lienzo, aunque no tenga ni pajolera idea de lo que es una tilde. Danza, música, deportes, interpretar, artesanía, profesión...Es cultura cultivar la riqueza espiritual para mejorar el entendimiento y la convivencia, tanto con los más como con los menos ‘cultos’, consolidando una dignidad colectiva que haga aflorar valores y principios que ofrezcan resistencia y rebeldía contra los que dañan física, moral o políticamente a tu nación, a tus seres queridos o a ti. Fomentar el patriotismo como valor que convierta tu mal en el de todos o que tu felicidad sea motivo de alegría para todos.

Además aprender, leer y debatir enriquece, entre otras muchas cosas, por adquirir conocimiento, pero únicamente si estos cultivan la independencia intelectual que permita creaciones de propia cosecha. El saber acorta y allana el camino si impregna de suficiente sabiduría y sensatez como para no dejarse embaucar por algún autor de algún escrito o discurso, sabiendo separar el trigo de la paja. Si nos saca del alineamiento fanático y embaucador, formando el carácter y el criterio propio que nutra el libre albedrío. Aprender asimilando, compartiendo y creando en el total respeto a las ideas y a las formas de expresarlas de los otros. Eso es cultura. Una sola frase inteligente y de cosecha propia, da más valor cultural al individuo, que todo el conocimiento ajeno, apilado en todos los libros del universo. El conocimiento labrado y extraído de sí mismo, por sí mismo, da una sensibilidad y una capacidad de análisis, interpretación y manejo de la lógica, que jamás tendrá ningún ilustrado de ‘bote’.

Entiendo la base de la cultura como cualquier forma de expresión inteligente y libre, en la diversidad. Cuanto más ajena a las de otros, más genuina y más enriquecedora. El resto es imitar y parapetarse tras un galimatías de conocimientos adquiridos, refrendados por un documento sellado, que certifica lo aprendido y cubre o encubre una ‘normalización’ de la cultura a ‘medida’. Patrimonializar la cultura como algo exclusivo de unos elitistas que impiden mostrar el lujo del original, en su bastedad natural, tapándolo con uno de cartón piedra, perfectamente pulido y coloreado, como modelo ‘regulado’ y permitido, robándoles el protagonismo a sus verdaderas fuentes, impidiéndoles formar parte de su selecto y ‘refinado’ club. Infravalorar a personas en su capacidad de desarrollar y crear, porque no se someten y o se niegan o son desechados para optar los estándares impuestos por otras personas. ‘Intelectuales’ excluyentes. Nazis.

¿Se puede ningunear al océano construyendo una piscina dentro de él y usándola de referente para descalificarlo? Es un insulto a la inteligencia, pero eso es lo que se vende desde el Estado. El Estado es la piscina, siendo la Nación ese océano ninguneado. Es lo que defienden todas sus vividurías, dispersas por Internet apagando voces, tapando bocas y dando lecciones de su particular cualidad de ilustrados.

¿Dónde están esos amantes de ese conocimiento ilustrado y la erudición, mientras callan cuando nada más y nada menos que todo un gobierno, suspuestamente socialista, despoja a millones de estudiantes, del conocimiento de la filosofía, fuente genuina y profunda del conocimiento como elemento enriquecedor, para sumirlos en el amaestramiento de su propia doctrina sectaria y de enfrentamiento, que solo ‘cultiva la ignorancia’, totalmente vacía de ese conocimiento, de formación cívica y anímica, y de cualquier forma de manifestación cultural?


Clandestino

viernes, octubre 26, 2007

Acceso legal para el uso ilegítimo del Estado indefenso

La cuestión es obtener los resortes políticos para obtener lo contrario de lo que se vende para conseguirlos. En España hay dos grandes partidos. ¿Cómo conseguir que uno anule al otro para alcanzar unos objetivos determinados, totalmente ajenos a los intereses generales? Sencillamente vendiendo intereses generales, por sus canales habituales de sensibilizar a sus electorados que les permita ser elegidos legal y “democráticamente”, para posteriormente poner los poderes del Estado a su única y exclusiva disposición, y sosteniéndose como gobierno legal a pesar de deslegitimarse como tal, ya que nuestra Constitución no impone sanción ni dispone la articulación de mecanismo alguno contra los omisos responsables de velar por la vigencia de las garantías democráticas y por el sometimiento a su legalidad, impunemente infringidas. Tras ser elegidos de forma legal, automáticamente acaba la democracia para dar paso al “todo vale”, a manos del caudillo de turno.

Queda pues el techo de nuestras garantías democráticas a expensas del jefe de cualquier organización que acceda al Gobierno de España, aunque sea delictiva, antidemocrática, nazi, fascista, tercermundista, piratas, mafiosos y/o enemigos de la ciudadanía, que los mantiene y vota, al ser ese jefe la máxima autoridad del Estado, con absoluto poder sobre todos los poderes, para sumir a la ciudadanía en el mas absoluto desamparo e indefensión, física y legal, siendo su piedad o crueldad el único regulador de su humillante sometimiento.

El PP más que representar ideología alguna, apoyado por la Iglesia Católica, se erige en garante y custodio de valores y principios éticos y morales, compatibilizándolos con la formación y sensibilización ciudadana, que los identifique hasta asumir, con total naturalidad, los ineludibles deberes y responsabilidades que cada uno contrae, junto a sus conciudadanos, para el sostenimiento del Estado e infraestructuras necesarias, y el respeto a la legalidad, como conceptos fundamentales para la convivencia, entendiéndolos como posibles y sostenibles en la exigencia de un nivel de formación cultural y cívica, que le conciencie orgullosa y libremente, como un ciudadano digno de una Nación fuerte y respetable. También aglutina a la mayor parte del sector empresarial y de las finanzas, tradicionalmente apegados a la estabilidad de mercado habitualmente ofertada por los gobiernos de derechas. Esto le permite ahorrarse el expolio sobre los más deprimidos, obteniendo sus lucros de sus propias fuentes.

Este pragmatismo de la derecha es fácilmente derrotado en las urnas, por el relativismo hedonista muy bien vendido, como progreso, bajo un atractivo aspecto semianarquista, por el PSOE, erigido en garante y custodio de todo lo que le suene bien a cualquiera que los quiera oír, y que tanto voto le reporta. El bochornoso proceso de ‘desculturización’, que nos ha puesto a la cola de Europa, en fracaso escolar, es la mayor fuente de votos que nutre al PSOE de ‘Z’. Fracaso escolar traducido al castellano tradicional, significa ignorancia en todas sus clases y niveles. Desde esa ignorancia es fácil enganchar a millones de incautos a una ideología, hasta su total fanatización, de la que jamás se beneficiarán ni habrá nadie dispuesto a practicar, desde este gobierno. Los que lo han intentado han sido pasados por la ‘quilla’ del ‘baranda’. Venderles una forma de vida paradisíaca con pocas obligaciones ni ataduras, incluidos, estudios o respeto a las normas mínimas de convivencia y a la legalidad democrática, es un juego de niños que hasta incluso el propio Pepiño puede practicar con garantías de éxito. Naturalmente nadie les explica que las pagarán todas juntas a la hora de enriquecer a sus verdugos, al no tener sindicatos que les defiendan sus intereses, ni un Estado que les garantice sus derechos, y de afrontar hipotecas para pagar el lucro de la corrupción del Estado, más cerca de la criminalidad que de cualquier parecido a ese socialismo por el que se desviven. Mangonear el mercado y a la gran empresa, para reconducir los grandes intereses económicos hacia derroteros que les expolie el electorado al PP, aliarse con lo más representativo de la escoria nazi y fascista o legislar a favor de unos para que expolien a otros, tampoco tiene ningún mérito más allá del incumplimiento de la ley, de sus deberes y de la absoluta falta de escrúpulos.

Está claro que no hay partidos democráticos en España, siendo el Estado un coladero de necios, avaros y resentidos que lo convierten en un nido de intereses y de corrupción. Pero en esta lucha contra la democracia y contra la ciudadanía, por disputarse los poderes y la riqueza, solo el PSOE de ‘Z’ puede anular al PP. Ni su pragmatismo ni sus principios les permiten actuar de otra forma, mientras el PSOE de ‘Z’ se permite vaciar de honorabilidad y dignidad a grandes masas ciudadanas, recabando su apoyo incondicional –tras hundirlos en la indigencia cultural y en la miseria moral y económica hasta convertirlos en dependientes y obedientes de sus ayudas y subvenciones- para acometer cualquier actuación relativizando todo y desmontando las barreras inherentes a los valores y principios, e incluso la legalidad, sobre los que se sustenta la dignidad y el valor de las personas y la convivencia pacífica y respetuosa entre los ciudadanos de la Nación. Arremetiendo contra el nacionalismo español, que no es otra cosa que el orgullo y deseo de pertenecer al conjunto ciudadano que habita dentro de las lindes de España y de los que ampare nuestra bandera en cualquier parte del mundo, mediante embajadas y consulados.

Curiosamente el PSOE de ‘Z’ y sus socios y aliados, los nacionalistas radicales, con sus actitudes agresivas y ostentosamente nazis, se autodenominan de izquierdas, al igual que hiciera Hitler, como medio de hacerse con el poder. Curiosamente y según las últimas encuestas del CIS, Na-Bai, ERC, IU-ICV y BNG son los partidos con más militantes-simpatizantes de clase alta y alta-media. ¿De qué izquierda hablamos? ¿Qué es ser de izquierdas? ¿Timar a millones de personas de buena fe, aún en su posible ignorancia, para forrarse y conseguir poder para someterlos? ¿Por qué no levantan la voz y se rebelan los auténticos socialistas y comunistas? ¿No se percatan de la basura y degradación que imponen, en su nombre?

Siendo muy importante e ineludible la economía, la nacional y la privada, solo gente sin ningún valor ni ninguna validez, mezquinos, ruines y mediocres, pueden sacrificar la gran riqueza que se proporciona así misma, en su conjunto, una Nación libre, culta, fuerte y unida, en pro del lucro y poder, personal o de partido, solo posible en gente de la índole de Pinochet, aunque se adornen con otros collares…

Clandestino

sábado, octubre 20, 2007

Injuria, mordaza, vaselina y el Sr. Alcaraz.

Cuando menos es curioso que en nuestra casta política se produzcan tantas y tan clamorosas “presuntas” contradicciones e incoherencias entre el sistema legal, actuaciones políticas y el Estado de Derecho, que desorientan, coartan e intimidan al ciudadano a la hora de erigirse en ciudadano libre y articularse en rebeldía contra todo tipo de injusticia contra sí, como individuo y contra terceros, como parte del colectivo nacional. Esta sensación llega al ciudadano por oleadas y en claros aspavientos bien orquestados y aireados a través de ciertas prensas, que “acaudalan” aires de desconcierto que diluyen la nitidez imprescindible y necesaria para localizar los claros referentes entre lo justo y lo injusto, entre el bien y el mal, hasta amordazarse así mismo acomplejado en el temor por la acción del aparato político-judicial, sobre terceros. Lo que tradicionalmente se percibe como miedo a la impune, aplastante y asfixiante tiranía del poder, especialmente acentuada con la necesidad de acallar voces y razones ante la proximidad de las Elecciones Generales.

Esto suele ocurrir cuando se dan algunas circunstancias aparentemente ajenas entre sí, pero que sibilinamente hilan sobre la misma cuerda. Cuando decir en un medio público “me cago en la puta España” o “estoy hasta los cojones de la puta España” o “a la mierda la puta España” o algo así, se traduce legal y democráticamente como libertad de expresión, mientras que criticar al gobierno de esa calificada legalmente como “puta España”, a cuenta de actitudes bastante evidentes de sectarismo y omisión a la legalidad democrática, del mismo, sea imputable como un delito de injurias contra un gobierno responsable de situaciones tan bochornosas y lamentables, como ilegítimas y seguramente ilegales, permitiendo que a terroristas les sean recurridas sentencias de prisión, por la Abogacía del Estado y evitando otras por imputaciones previas de la misma Fiscalía General del Estado. Criticar eso será ‘libertad de expresión’ o ‘injurias’, dependiendo de la afinidad con los aliados, o de la sintonía con los contrarios a merced de la indefensión y desamparo generado sobre ellos.

Que alguien avise a unos terroristas, desde una comisaría de policía, de que un juez les va a preparar una redada. Que dos terroristas armados sean detenidos en Francia y se solicite su libertad por formar parte de una negociación aprobada en el Congreso bajo la única condición de ‘abandonar las armas’. Condición que ni el gobierno, ni sus aliados, ni su presidente, ni los asesinos, exigieron ni respetaron jamás. Que terroristas sean presentados por el presidente del gobierno como gente de paz. Que se le procurara, a los terroristas, refugio en Italia, mediante favor o negociación con Romano Prodi, para evitar a la policía francesa. Que sean presentados y aplaudidos en la Eurocámara. Que se califique como accidente un acto terrorista criminal premeditado y con resultado de muertes. Que un asesino convicto y confeso, de acabar con veinticinco vidas inocentes, ufanándose públicamente de sus fechorías además de no mostrar el más mínimo arrepentimiento, ni respeto por su recuerdo ni por la ley, sea calificado como ejemplo de reinsertado. Como punta visible del más que probable icerberg que se oculta, y contrastando con el antidemocrático y obsesivo acoso a la oposición, a las víctimas y a todo aquel que invocara a la ley, y que se intente negar la mayor diciendo que no es sintonizar, ayudar, amparar o favorecer a esos terroristas, a mi me suena a burla macabra y a insulto a la inteligencia.

Sin olvidar que tras las mofas, insultos, vejaciones, terrorismo callejero y descalificaciones públicas de los terroristas, asesinos y los nazis (asociados al Gobierno y no) contra España y el completo conjunto de Órganos de Gobierno que conforman el Estado, por el que se rige, sin que por ello ni el Gobierno, ni la Fiscalía General del Estado, ni el aparato que conforma el Servicio Judicial del Estado, se dignaran tomar una sola medida legal ni política, contra ellos.

Por tanto, desde mi mas profundo convencimiento, mi opinión particular es que tanto la libertad de expresión como la imputación por injurias, cuando no son debidamente delimitadas y contextuadas por un sistema judicial independiente que opera en un régimen sometido a unas mínimas garantías democráticas, es fácil que, unidos a otros delitos desde el Estado, no sean más que vulgares útiles de represión a conveniencia de vulgares políticos ilegítimos, exentos de escrúpulos y de cualquier vestigio de ética y moral, que alinean sus actuaciones y se identifiquen mejor con 'fueras de la ley' que con sus propias víctimas. Que utilicen al Estado para sus prácticas ilegales, por omisión de la propia ley y de sus deberes de servicio a los intereses del conjunto nacional. Es fácil convertir la injuria en simple útil para amordazar, reprimir o vengarse. Que en manos de una banda de resentidos, que lo pueden emplear como vaselina para sodomizar a la justicia, al sistema judicial, a la legalidad democrática y a toda una Nación, en sus derechos y libertades y en su Soberanía Nacional.

El Sr. Alcaraz no es un asesino. No es un terrorista. No es un traidor a su Nación. No es un criminal del Estado. No es anticonstitucionalista. No es un Nazi antiespañol separatista socio del Gobierno, de esos que amenazan y apalean a otros por pensar distinto y defender sus ideas y que justifica alguna ministra. El Sr. Alcaraz es un ciudadano de pleno derecho, íntegro y luchador, con derecho y deber de exigir sus derechos a los que se lo obstruyen, niegan o impiden. Es una víctima y representa a otras miles de víctimas de los asesinos y de su escoria perimetral, a cuyo nivel ha sido descendido el Estado por el Gobierno de España legitimadolos en el Europarlamento. El Sr. Alcaraz ha sido imputado por “injurias” contra ese Gobierno que estafa imponiendo tiranía y autoritarismo tras cobrar democracia, y por el mismo aparato judicial que acata y utiliza leyes contra la justicia -promulgadas por ese Gobierno- como instrumento para impartirla. ¿¡¡¡...!!!? Desde los datos que expongo y según mi opinión, el Sr. Alcaraz es imputado por decir la verdad. La molesta y perseguida verdad en un hábitat sostenido en la mentira, el resentimiento, la ignorancia y el lucro.

Todos víctimas de un conjunto de políticos ajenos al interés general y en pro de intereses bastardos, que deben ser desalojados de sus cargos y pasados por la ‘quilla’ de la justicia, hasta purgar sus graves delitos. La legalidad de las urnas no legitima a nadie -ni le exime de su culpabilidad- para el incumplimiento de la ley que avala a la justicia. Para nuestra desgracia en España no hay un solo Órgano de Gobierno que haya cumplido con su deber de hacer prevalecer la legalidad manada de La Carta Magna, de entre todos aquellos que cobran para ello y ocupan los cargos que así se lo exige la propia Constitución, permitiendo que la legalidad democrática haya sido desplazada, con total desfachatez e impunidad, por las leyes políticas para la tiranía y el expolio, consolidándose definitivamente la partitocracia oligárquica, o lo que es lo mismo un feudal-fascismo torpemente disimulado tras un patético disfraz de democracia.


miércoles, octubre 17, 2007

En el despiece está la ganancia

No han sido pocas las veces que con 'La bola del mundo' encendida, hemos estado, mi esposa y yo, buscando algún país habitable. Pobre o rico. Cercano o lejano. Nos hubiera bastado con que fuese aceptablemente democrático, con razonables garantías políticas y legales, y sin conflictos internos. Nos gustaron algunos países aunque no solían completar el 'kit de exigencias'. Pero nuestra edad y nuestros hijos, ya casados y que pronto nos harán abuelos, nos hicieron desistir de huir de esta tierra de nadie, regida por la falta de escrúpulos y donde la única política posible es dividir y enfrentar para vencer, sin necesidad de convencer. Empiezo a lamentar haberle dado dos maravillosos hijos, y me apena que ellos les den los suyos, a lo que antaño fuera una gran Nación querida y respetada, orgullosa y recia, para acabar en un asfixiante e inhabitable maremágnum.

Observando estos países me percaté de algo que hoy el Español medio desea y envidia a la gran mayoría de países del mundo. Incluso a los bananeros. Algo impensable en España como que todos son una única Nación, cuya unidad nadie discute y todos cultivan. Ninguno, que yo sepa, labra y alimenta el odio, el enfrentamiento y el resentimiento, desde el Estado, como forma exclusiva de vivir de lo que ellos venden como política. Lo peor que le puede ocurrir a un pueblo es vivir bajo la discapacidad políticas de los que desde el Estado convierten el odio y el resentimiento en una mercancía para el lucro, en un valor histórico hereditario, en un aval ideológico o como único proyecto político válido, que garantiza la seguridad y estabilidad al sistema feudal-fascista que perpetua y consolida la partitocracia oligárquica -que nos aleja de cualquier esperanza democrática- solo posible en un país donde a su vez es posible la ocupación legal del Estado, por una gente organizada, mediante simulacro democrático, organizado por partidos no democráticos, que estimulan y alientan la ruptura nacional, por conseguir cuatro años de poltrona ilegítima, dedicados a asegurarse su continuidad al menos por otros cuatro años más, como sea. Nadie ha podido evitarlo. Los que debieron y pudieron, no quisieron, por razones ni explicadas ni justificadas. Solo imaginables.

Si en España se recuperase la unidad nacional, en algún momento, desaparecería todo vestigio del elenco político actual. La corrupción, los radicalismos y los delitos desde el Estado, se esfumarían. Si hay algo que la delincuencia política no puede vencer, es a un pueblo unido en el conocimiento de que su poder reside en su unidad. La morralla que nos desposee del poder -inherente a nuestra condición ciudadana y a la soberanía popular- para el mangoneo a placer, lo sabe muy bien y se aseguran de que jamás así sea. El resto se lo procura la ignorancia, la subvención, el sectarismo y el manoseo obsceno sobre el pueblo, mediante el debido control e intervencionismo, con leyes políticas que evitan, eluden o impiden a las democráticas, ajustadas a derecho.

La Nación española queda reducido a un ente virtual debidamente fraccionado y despiezado, en manos de los que así lo quieren. El despiece aún permite que los trozos mantengan su posición, algunos aún no han sido del todo deslindados, a la espera de si quedan unidos a algún otro (VAlencia y Baleares a Cataluña y Navarra a P.Vasco). La apariencia física es la misma, pero hay millones de kilómetros de fronteras, sociales y políticas, cada vez más difíciles de franquear y que no será menos difícil volverlas a abrir, si es que alguien lo intenta. El Estado se ha deshecho de las competencias fundamentales para garantizar la igualdad del conjunto ciudadano y garantizarle la homogeneidad democrática frente a las agresiones contra sus derechos, habituales e incluso reguladas en las distintas regiones o municipios. El ciudadano español es un apátrida, sin garantías constitucionales, en el conjunto de su propia Nación y dentro de sus propias lindes territoriales que delimitan su centenario asentamiento. Cada uno sobrevivirá en el trozo que le haya tocado en suerte, padeciendo al caudillo incontestable del lugar, sin ninguna posibilidad de recibir amparo o defensión del Estado, debilitado y prácticamente inerme. La Nación ha desaparecido, bajo la vil descohesión impuesta por promotores o impulsores de supuestas naciones, alegremente orquestadas por el gobierno Zapatero, desde el Estado y del resto de fuerzas políticas desde el interés de heredar algún día semejante chollo. Sin Nación no puede haber democracia. Sin democracia solo queda el lucrativo negocio de la explotación negrera sobre el ‘residuo’ ciudadano reducido a súbdito o esclavo, tras el gran decorado democrático de cartón piedra, que los valide. Nuestra casta 'política' liderada por Zapatero ha cubierto su objetivo. Ha triunfado. Por fin la sombra de la temida democracia ha sido vencida y aniquilada. Queda definitivamente fuera del alcance de una nación desarticulada, descohesionada y por tanto, inocua y vulnerable. El negocio a salvo de lastres y obstáculos.

Queda claro y demostrado en las últimas encuestas del CIS que arrojan datos tan contradictorios como que los partidos con más afiliados o simpatizantes, de clase alta y media alta, sean Na Bai 50%, ERC 48% o IU-ICV 35% frente al 12% del PSOE y de CIU o el 20% del PP, superando CiU y el PP en % de obreros, a todos menos al PSOE. No hay duda del gran y lucrativo negocio de los ‘ideólogos’ de la izquierda separatista del radical nacionalismo con el que se ‘abriga’ Zapatero.

Como dice Anghara, ahora los pijos multimillonarios son de la ultraizquierda radical.

Clandestino